En el límite de la realidad contemplo mi fin.
La Providencia podría no actuar en mi favor esta vez.
Sin dinero para comer, mis músculos se acalambran y mi estómago me devora por dentro.
Sin fuerzas para trabajar, nada tengo para ofrecer a cambio de lo que no creo merecer.
Sin alcohol para olvidar, el mundo se presenta transparente y cruel ante mi.
A nadie le importo.
La vida prescinde de mi y de eso soy el único testigo.
La vida prescinde de mi y de eso soy el único testigo.
No comments:
Post a Comment