WIRICUTA

Para ir al desierto se puede entrar por Estación Wadley. Ahí se puede preguntar por Toño quien por una cantidad acordada te lleva y te trae en su camioneta GMC a donde tú le digas.
Desde Wiricuta se puede ver la puerta del desierto por donde los huicholes han entrado caminando al valle. Wiricuta está sobre un mar prehistórico y es posible encontrar restos fósiles de millones de años que salen en lugares donde el lecho marino se plegó y fracturó..
También es posible ver el cerro mágico de “El Quemado”. Cuando a mí me lo enseñaron a lo lejos me pareció descubrir la forma de un elefante echado sobre su costado.
Cuando entras al desierto una parte de tu mundo queda atrás. Es interesante lo que descubrimos de nosotros cuando otro de tus “yo” toma la cámara y sale caminar bajo la luna.
Por las noches la fogata se llena de brujos temerarios que conversan y bailan junto al fuego. Alguna vez me tocó conocer y conversar con un nahual que se hizo presente.
Lo vi llegar al fuego y dejar en un lugar visible un objeto mágico a manera de ofrenda y prenda. A la mañana siguiente el nahual se había ido y los que lo vimos solo nos quedamos con el recuerdo de su prenda mágica y de lo que esa noche nos dijo.